Hokuto Hoshi es el director del hospital de Koriyama Hoshi General, además de presidente del Consejo de Hospitales de la prefectura de Fukushima. De joven estudió muy cerca del emplazamiento donde trabaja actualmente, pero llegó a vivir 5 años fuera antes de regresar a instalarse en la prefectura de Fukushima. Cuando ocurrió el terrible terremoto de Tohoku, Hoshi-san se encontraba en Barcelona donde le resultaba complicado obtener información fiable; cree que llegó antes información sin verificar que respuestas oficiales del Gobierno de Japón. Según Hoshi-san es importante verificar correctamente todo antes de informar, pero piensa que se tardó mucho en hacer llegar esa información a la población. Su mujer e hija se mudaron a Tokyo tras el suceso de 2011, pero ya estaba planeado anteriormente por el inicio en la universidad de su hija, aunque se quedaron unos meses más por seguridad. Él, sin embargo, continuó en Koriyama debido a su trabajo y la responsabilidad que conllevaba.
El hospital actual donde trabaja aceleró su construcción debido al terremoto, aunque ya estaba planificado con anterioridad. Durante un tiempo estuvo dando charlas sobre el cáncer de tiroides a la población, para que la gente tuviese información de primera mano del personal sanitario. Cree que lo importante es ser sincero con la gente, contarles lo que ocurre, pues si se está mejor informado se actuará mejor. Esta reflexión es debida al hecho de darse casos en colegios donde si una persona viene de una zona que se vio afectada por la radiación, los compañeros la estigmatizan y crean mentiras (también por la demanda fraudulenta de ayudas por parte de un pequeño porcentaje de la población afectada).Piensa que no será posible volver a vivir en la zona de exclusión, pero a pesar de todo esto cree que no pueden quedarse en el pasado y estar lamentándose eternamente. Deben mirar hacia delante y vivir el día a día cómo les ha tocado, esperando tener un futuro mejor.
Hokuto Hoshi es el director del hospital de Koriyama Hoshi General, además de presidente del Consejo de Hospitales de la prefectura de Fukushima. De joven estudió muy cerca del emplazamiento donde trabaja actualmente, pero llegó a vivir 5 años fuera antes de regresar a instalarse en la prefectura de Fukushima. Cuando ocurrió el terrible terremoto de Tohoku, Hoshi-san se encontraba en Barcelona donde le resultaba complicado obtener información fiable; cree que llegó antes información sin verificar que respuestas oficiales del Gobierno de Japón. Según Hoshi-san es importante verificar correctamente todo antes de informar, pero piensa que se tardó mucho en hacer llegar esa información a la población. Su mujer e hija se mudaron a Tokyo tras el suceso de 2011, pero ya estaba planeado anteriormente por el inicio en la universidad de su hija, aunque se quedaron unos meses más por seguridad. Él, sin embargo, continuó en Koriyama debido a su trabajo y la responsabilidad que conllevaba.
El hospital actual donde trabaja aceleró su construcción debido al terremoto, aunque ya estaba planificado con anterioridad. Durante un tiempo estuvo dando charlas sobre el cáncer de tiroides a la población, para que la gente tuviese información de primera mano del personal sanitario. Cree que lo importante es ser sincero con la gente, contarles lo que ocurre, pues si se está mejor informado se actuará mejor. Esta reflexión es debida al hecho de darse casos en colegios donde si una persona viene de una zona que se vio afectada por la radiación, los compañeros la estigmatizan y crean mentiras (también por la demanda fraudulenta de ayudas por parte de un pequeño porcentaje de la población afectada).
Piensa que no será posible volver a vivir en la zona de exclusión, pero a pesar de todo esto cree que no pueden quedarse en el pasado y estar lamentándose eternamente. Deben mirar hacia delante y vivir el día a día cómo les ha tocado, esperando tener un futuro mejor.