Kashiwaya es una de las tres grandes empresas de manju (dulce tradicional japonés) del país, concretamente del Usukawa Manju (薄皮饅頭), que se ha convertido incluso en un símbolo de la misma. La fama comenzó por ser Koriyama, la ciudad donde nació la empresa, un lugar de paso en la ruta hacia el norte, y que con la llegada del tren en 1882, le otorgó aún más repercusión y ayudó a su expansión.

La empresa Kashiwaya pertenece a la familia Honna, siendo Zenbei Honna y su hijo So Honna los principales responsables. Destaca por cuidar mucho a sus clientes, donde todos tienen café o té gratis y buscan que los espacios de sus diferentes tiendas (que se extienden por todo el territorio nipón) sean confortables, ideales para querer ir a compartir tiempo con familiares o amigos. Además, en muchas de las tiendas existe la posibilidad de realizar talleres para crear los tradicionales manju.

Los controles que pasan todas las materias primas son muy exigentes, habiendo recibido por parte del Gobierno varias máquinas analizadoras de radiación, donde tras pocos minutos conocen los resultados detallados del material. Por ello y a pesar de que el negocio cayó cerca de un 30 por ciento en ventas, la empresa decidió implicarse en varios proyectos para atraer turismo a la ciudad de Koriyama e impulsar la economía de Fukushima, bien a través de la colaboración con otras empresas o en la colaboración y organización de eventos.

Aunque les preocupa el futuro que afrontarán los más pequeños, asumen que no pueden dejar de hacer su vida únicamente por miedo.