Himawari Project nació con la idea de crear esperanza a través de un símbolo: el girasol. Hay estudios que referencian que los girasoles pueden absorber la radiación del suelo, y es por ello que el proyecto marcó la idea de plantarlas a lo largo de la prefectura, especialmente en las zonas más afectadas, convirtiendo a esta planta en un símbolo de esperanza y de futuro. En una de estas zonas que ha podido recuperar cierta normalidad, cada año se realizan ceremonias de boda con la intención de celebrar la vida en comunidad y la prosperidad de la tierra. 

Este proyecto también ha alcanzado gran repercusión por todo el país, vinculándolo a escuelas, dando puestos de trabajo para las personas con discapacidad y para las personas que perdieron sus puestos de trabajo debido al desastre e incluso conseguido la publicación de un manga. Durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 se utilizaron estos mismos girasoles como ramos, acompañando a la entrega de medallas.